lunes, 30 de junio de 2014

2014-06-28 Crónica salida al Castillo de las Guardas


Al llegar al lugar de observación había repartido un nutrido grupo de observadores visuales y astrofotógrafos, algunos asiduos a las salidas y otros que retomaban la afición tras una larga ausencia. Teníamos también a familiares de un compañero, en la que los más peques disfrutaron de las imágenes del señor de los anillos, un Saturno que se mostraba alto en el cielo. Además se pudieron ver durante la noche bastantes estrellas fugaces pertenecientes a las lluvias de las Boótidas y Escútidas... creo.
Al hacerse la oscuridad se alzó la imponente figura del escorpión en una persecución tras el gigante Orión que ya dura milenios, personalmente creo que es la constelación con la forma más hermosa que existe en el firmamento. En su corazón resplandece Antares, la estrella gigante roja que los griegos veían como el Anti-Ares (Anti-Marte) y que rivaliza en color y brillo con el planeta rojo. Comellas hace una curiosa comparativa con su tamaño: —Si reducimos la Tierra al tamaño de un perdigón de escopeta, el Sol sería como un balón de fútbol. ¿Y Antares? Antares superaría con creces la cúpula de San Pedro del Vaticano.—


En esta ocasión me dejé llevar por los objetos que Pepa, mi compañera de observación, traía preparado y que me parecieron más interesantes que mi propuesta. El primero de éstos fue el Cometa C/2012 K1 Panstarrs, localizado entre las dos cabezas de las constelaciones de León y León Menor. En un golpe de suerte mi compañera me apuntó la zona del cielo con el láser y... allí estaba, a través del telescopio primero con 32 aumentos se veía perfectamente la cola iónica y a 173 aumentos pude apreciar con visión lateral la cabeza muy puntual, como punta de alfiler.

Cometa C/2012 K1 Panstarrs
 Crédito: Marco Candotti

Durante la noche observamos tres objetos pertenecientes al catálogo de nebulosas oscuras de Barnard, en lo que sin querer se convirtió en un pequeño homenaje a este astrónomo y pionero de la astrofotografía.
Comenzamos con Barnard 86 (La Mancha de Tinta) y el cúmulo estelar NGC 6520. Ha sido, sin lugar a dudas, el objeto de la noche. Lo encontramos en la constelación de Sagitario, que representa al centauro Quirón nacido de una fugaz relación del dios Cronos y de la oceánide Fílira. Partiendo de la estrella Alnasl no tuvimos muchos problemas en localizar esta curiosa combinación de objetos, en un extremo el abigarrado cúmulo estelar NGC 6520 inmediatamente seguido en un fundido a negro de la nube oscura B86 y para completar la hermosa composición una estrella amarilla de la 6ª magnitud que destaca en el campo de la imagen. Gracias a la generosidad de un compañero pudimos disfrutar muchísimo de la imagen con su ocular de 100º a 76 aumentos, el cual puso a nuestra disposición durante toda la velada.

Barnard 86 y NGC 6520
Crédito: Calvert Kpno

No pude resistirme, ya que tenía el gran ocular a nuestra disposición, para dedicarle un rato de observación a las ya muy conocidas por nosotros nebulosas de emisión Messier 8 (Nebulosa de la Laguna) y Messier 20 (Nebulosa Trífida). Comellas, en su Guía del Firmamento, define a La Laguna de esta forma: —En su conjunto La Laguna es la más perfecta combinación nebulosa-cúmulo del cielo y uno de los objetos más bellos que puede contemplar con un instrumento  cualquier aficionado a la Astronomía. Su distancia a nosotros se calcula en 4.800 años-luz.
 Estas espectaculares nubes de gas que se iluminan por ionización al recibir la radiación de las estrellas inmersas en ellas, son un verdadero criadero de estrellas y muchas de éstas son visibles por medio de nuestros telescopios. Insertando el filtro UHC se consigue resaltar la nube de gas y se aprecian en el caso de la Trífida los canales oscuros que la recorren y la separan en tres lóbulos. No sabría encontrar las palabras para definir estas imágenes del reciente nacimiento de estrellas, quizás ¡Impactantes, sugestivas, hermosas, grandiosas...!

 Messier 8 Nebulosa de la Laguna

Messier 20 Nebulosa Trífida

La siguiente nebulosa oscura fue Barnard 77. Para encontrarla nos tenemos que desplazar a la pierna izquierda de la figura de Ofiuco, el portador de la serpiente. Después de bastante rato tras este objeto pude llegar a intuir a través del ocular a 76 aumentos como al mover la imagen había una forma alargada que contrastaba muy débilmente sobre el fondo de estrella. Una decepcionante imagen en visual que nada tiene que ver con las fotografías que circulan por la red.

Barnard 77

Toca ahora una de las nubes oscuras más conocidas por los aficionados, Barnard 142 y 143 (La E de Barnard). Se encuentra muy cerca de la estrella Tarazed, en la cabeza de la constelación del Águila; representación de Zeus convertido en este animal para capturar al joven Ganímedes y convertirlo en su sirviente.
Ya en el buscador se puede intuir la curiosa forma de "E" de esta nube, pero a través del ocular a 47 aumentos en la que entra justa la figura el contraste de la nube sobre el fondo es muy evidente. Comparando la imagen en mi newton de 12" con la que ofrece el refractor de 3" del compañero Enrique, me sorprendió gratamente la del pequeño refractor, dando un tono más oscuro a la nube en contra del grisáceo de mi telescopio.
Observada también a través de los prismáticos 15x70 se llega a ver, facilitando para localizarla el moverse un poco por el campo de la imagen. Aproveché para dar un barrido por la Vía Láctea, la visión general de la zona riquísima en estrellas ya es una recompensa.

Barnard 142 y 143

Y ya que estábamos en esta zona del cielo nos lanzamos a una agotadora búsqueda de la nebulosa planetaria NGC 6781, un cadáver estelar que tardamos en confirmar que realmente era el que buscábamos por la confusa información que nuestro mapa estelar tiene en esta parcela del cielo.
La nebulosa tiene forma ovoide, buen tamaño y lo suficientemente brillante para no pasar inadvertida a través del ocular.

Nebulosa planetaria NGC 6781

Saltamos ahora a la constelación del Delfín, representación del animal enviado por Poseidón para encontrar a la nereida Anfítrite, quien finalmente accedió a casarse con el dios. Poseidón, en agradecimiento por este trabajo, situó al delfín entre las estrellas del firmamento. Es aquí donde encontramos a la estrella Gamma Delphini, se trata de una estrella doble de brillos similares, con un débil contraste de color entre ambas. La separación visual de 10 segundos de arco entre ambas las hace muy fácil de resolver. La mejor imagen la obtuvimos con pocos aumentos.

En la cola del Delfín encontramos nuestro siguiente objetivo, el cúmulo globular NGC 6934. Este pequeño globular se mostraba con forma estelar en el buscador, necesitando a través del ocular 173 aumentos para poder resolver con visión lateral las estrellas de su periferia. Sin duda, aunque sin poder resolver las estrellas del cúmulo, la mejor visión la obtuve con 76 aumentos, enmarcado en un riquísimo campo de estrellas y para darle mayor vistosidad al conjunto este globular está acompañado de una estrella roja justo en su periferia.

Cúmulo globular NGC 6934


Las Péyades asomaban por el Este anunciando el fin de la noche, así que tocó recoger y de vuelta a casa muy cansado, pero con una sonrisa de felicidad por la gran noche que había disfrutado en compañía de mis compañeros de afición, ¡Con ganas otra pronto!

Como recuerdo de la noche Jesús (ambosdos) nos hizo un retratillo durante la observación con la Vía Láctea de fondo.

Equipo utilizado:
Telescopio Dobson LB12” con buscador Lunático EZG-60.
Oculares: Moonfish 32mm (47 aumentos), Nagler 20mm (76 aumentos), Explorer Scientific 14mm (108 aumentos), Explorer Scientific 8,8mm (173 aumentos), Barlow 2x Celestron Ultima.
Filtros: UHC 2” (Astronomik), OIII 2” (Baader)
Prismáticos Celestron Skymaster 15X70

9 comentarios:

  1. Buen relato Manuel y buenas fotos.

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  2. Muy buena crónica Manuel del buen rato que pasamos, noches como éstas son las que nos empujan a cargar el coche y perdernos por esos montes para disfrutar de cielos oscuros en buena compañía.

    Te estás convirtiendo en todo un cronista astronómico, nos encanta cómo detallas los objetos y los relacionas con sus antiguas leyendas.

    Un saludo J&P

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  3. Vaya, pues lamento haberme perdido más de un objeto. Estoy con la fiebre fotográfica...

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  4. Estupenda, y yo también me perdí entre fotones capturados...

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  5. Estupenda cronica Manuel, siempre me encanta como adaptas la mitologia a la astronomía todo un gustazo, y muy bien detallados los objetos, felicidades.

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  6. Que suerte que pudierais aprovechar casi toda la noche. Me alegro por tu crónica y por el buen rato pasado.

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  7. Una maravilla de crónica llena de técnica, historia, leyendas, referencias, sentimiento, pasión y compañerismo.
    Dicen qe el macrocosmos está en el microcosmos y viceversa. La foto de Barnard 86 y NGC 6520 me ha sugerido ha alguien que ha dado una palada en la arena de cualquier playa y ha encontrado diamantes.
    Gracias y Felicidades Manolo, extensibles a todo el grupo, por compartir otra apasionante experiencia astronómica.

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  8. Gracias a todos por pasar y comentar, me alegra que os guste!!

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